Educación en Crisis

Con la censura al ex ministro Gallardo, vamos para el 4to. ministro de educación este 2021. Lo que ya sería un grave problema de continuidad de la gestión en circunstancias normales, genera hoy desesperanza en un contexto en el que más de 8 millones de estudiantes han visto precarizada, cuando no interrumpida, su educación formal.

Todo indica que ni un Poder Ejecutivo torpe, ni un Congreso abocado a la contrarreforma educativa resolverán esta crisis. Tendrán que ser familias, estudiantes, educadores y otros actores sociales, los que articulados en instancias locales y regionales, hagan posible el retorno a las aulas en las mejores condiciones posibles.

Felizmente, el país cuenta con el Proyecto Educativo Nacional al 2036 y el Plan de Emergencia Educativa 2021–2022. Y para implementarlos, con espacios como el Acuerdo Nacional, la Asamblea de Gobiernos Regionales, las Direcciones Regionales de Educación y las Mesas Regionales de Concertación para la Lucha contra la Pobreza.

Nuevamente una grave crisis, revela la fragilidad de la clase política, y la necesidad de que sea la sociedad civil la que asuma, desde diversos espacios y formas organizativas, el liderazgo para defender y dar continuidad a procesos de cambio, y sobre todo, para garantizar las condiciones para un retorno seguro a clases el año 2022.