Colombia se Desangra

Cada día nos llegan dramáticas noticias desde el país hermano de Colombia, por la alta cifra de asesinatos de líderes sociales. Según informa el Instituto de Estudios Para el Desarrollo y la Paz, el 2019 poco más de 250 defensores de derechos humanos fueron muertos, alimentando un historial de crímenes políticos, que no tiene cuando acabar.

Las causas de tantos asesinatos tienen respuestas diversas, pero con un patrón común: se asesina a personas que denuncian abusos o buscan defender el territorio, lo cual se contrapone a los intereses de los victimarios, que aunque no muestran claramente su identidad, parecen tener vínculos con la presencia de economías ilegales.

Hay que señalar que las zonas donde se producen estos hechos coinciden con las zonas de mayor presencia y desarrollo del narcotráfico, territorios que a su vez han sufrido mayor impacto del conflicto armado, y donde hoy hay evidencias de la actuación de grupos paramilitares, fuerzas guerrilleras disidentes y fuerzas públicas.

Es momento de exigir, desde todos los espacios, incluso desde los organismos internacionales, una actuación contundente y clara de parte del gobierno colombiano, que frene esta ola de ataques a los defensores que trabajan por las comunidades, para brindarles protección y encarar los factores que alimentan esta dramática ola de violencia.

Fuente: El Tiempo